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OMS certifica que Paraguay está libre de malaria

La Organización Mundial de la Salud (OMS) certificó hoy que se ha eliminado la malaria en Paraguay, el primer país de las Américas en recibir esta certificación desde que Cuba la recibiera en 1973. 

 “Es un gran placer para mí certificar hoy que Paraguay está oficialmente libre de malaria”, dijo el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, en una declaración grabada. “Logros ejemplares como el de Paraguay muestran lo que es posible. Si se puede eliminar la malaria en un país, se puede eliminar en todos”.

 En 2016, la OMS identificó a Paraguay como uno de los 21 países que tenían el potencial de eliminar la malaria para 2020. Con la “iniciativa E-2020”, la OMS está apoyando a estos países que están redoblando esfuerzos en las actividades para convertirse en países libres de malaria. Otros países de las Américas que participan en la iniciativa E-2020 son Belice, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, México y Surinam.

“Me enorgullece decir que la OPS ha acompañado a Paraguay en la cruzada de la eliminación de la malaria desde el comienzo”, dijo Carissa F. Etienne, Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Oficina Regional de la OMS para la Región de las Américas. “Esto es un recordatorio importante para la región de lo que se puede lograr cuando los países se concentran en una meta y se mantienen vigilantes después de alcanzarla. Tenemos la esperanza de que otros países se sumen pronto a Paraguay en la eliminación de la malaria”.

Alcanzar la certificación de libre de malaria en Paraguay

 De 1950 a 2011, Paraguay elaboró de manera sistemática políticas y programas para controlar y eliminar la malaria, un importante reto de salud pública para un país que notificó más de 80.000 casos de la enfermedad en los años cuarenta. Como resultado de estas acciones, en Paraguay se registró el último caso de malaria por P. falciparum en 1995 y por P. vivax en 2011. 

 En 2011 se lanzó un plan quinquenal para consolidar estos los avances, prevenir el restablecimiento de la transmisión y prepararse para la certificación de la eliminación. Las actividades se centraron en un fuerte manejo de casos, el trabajo con las comunidades y la educación para que las personas estuvieran mejor informadas sobre más formas de prevenir la transmisión de la malaria, así como sobre el diagnóstico y las opciones para el tratamiento. 

 “Recibir esta certificación es un reconocimiento a las más de cinco décadas de trabajo duro en Paraguay, tanto de los trabajadores del sector público como de las comunidades, que han colaborado para alcanzar la eliminación de la malaria”, dijo el doctor Carlos Ignacio Morínigo, Ministro de Salud de Paraguay. “Alcanzar esta meta implica enfrentar el desafío de mantenerla. Por eso, Paraguay ha puesto en marcha un sólido plan de vigilancia y respuesta para prevenir que la malaria vuelva a nuestro país”.

 En 2016, en la fase siguiente de la campaña de eliminación, el Ministerio de Salud lanzó una iniciativa de tres años para mejorar los conocimientos prácticos del personal de salud de Paraguay que proporciona atención directa. Con el apoyo del Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria, el país fortaleció su capacidad para prevenir las enfermedades, detectar casos sospechosos, diagnosticar la malaria con exactitud y brindar tratamiento rápido, todas ellas estrategias clave para enfrentar la amenaza continua de importación de la malaria de países con endemicidad de las Américas y África subsahariana. 

 “El éxito de Paraguay demuestra la importancia de invertir en sistemas robustos y sostenibles para la salud, y me complace mucho que el Fondo Mundial haya apoyado este logro”, dijo Peter Sands, Director Ejecutivo del Fondo Mundial. “Tenemos que permanecer atentos y prevenir el resurgimiento, pero también tenemos que celebrar esta victoria”.

 En abril de 2018, el panel independiente de certificación de la eliminación de la malaria concluyó que en Paraguay se había interrumpido la transmisión autóctona durante los tres años requeridos y que el país tenía la capacidad para prevenir el restablecimiento de la transmisión. El panel recomendó al Director General de la OMS que certificara que el país estaba libre de malaria. 

 Los integrantes del panel destacaron factores tales como la calidad y la cobertura de los servicios de salud, la concientización del personal de salud que proporciona atención directa para la malaria, la disponibilidad universal de tratamiento médico gratuito y un sólido sistema de vigilancia de la malaria. 

 Entre 1960 y 1973 se certificó la eliminación de la malaria de siete países y territorios de las Américas: Cuba, Dominica, Granada, Jamaica, Santa Lucía, Trinidad y Tabago y el norte de Venezuela. En la región de las Américas, los casos de malaria bajaron 62% y las muertes por malaria disminuyeron 61% entre 2000 y 2015. Sin embargo, el aumento de los casos de malaria notificados en varios países en 2016 y 2017 indica que subsisten importantes desafíos, entre ellos el diagnóstico, el tratamiento y la investigación de casos, en particular en zonas remotas.

Más información sobre el progreso de la eliminación de la malaria

 El anuncio de la certificación oficial se hará hoy en el Segundo foro anual mundial de países que han eliminado la malaria, convocado por la OMS en San José, Costa Rica, del 11 al 13 de junio. 

 La OMS también publicará una actualización del progreso de la labor de eliminación en los países que participan en la iniciativa E-2020, proporcionando por primera vez el número preliminar de casos de malaria correspondiente a 2017. Diez países más están encaminados hacia la eliminación de la malaria para 2020. Sin embargo, en ocho países que participan en la iniciativa se observó un aumento de los casos autóctonos de malaria en 2017, que refleja las tendencias mundiales notificadas en el último Informe mundial sobre el paludismo, de la OMS. 

 La OMS publica resúmenes de los 21 países que han eliminado la enfermedad, en los cuales presenta un panorama del progreso, datos clave sobre la malaria y una evaluación de lo que se necesita para alcanzar la meta de la eliminación para 2020.